El relato titulado “Las turberas, las grandes desconocidas de Chile” de la investigadora Carolina León ha sido destacado con una mención honrosa en el concurso “Mi ciencia, mi país”. Dicho concurso apunta a dar mayor visibilidad al trabajo que realizan investigadores chilenos en todas las áreas de las ciencias. Este concurso anual invita a los propios investigadores a escribir un relato de no más de 500 palabras explicando en forma clara y amena a un público general de qué se trata su investigación y cuál es su impacto para la sociedad chilena.
En la convocatoria de este año el concurso recibió 467 escritos de diferentes universidades y ciudades del país, entre ellos, relatos de gran parte de los investigadores de Universidad Bernardo O’Higgins. Todos estos relatos serán compilados en un catálogo digital gratuito y en un lenguaje accesible. Para más información visitar http://www.micienciamipais.cl/.
____________________________________________________________________________
LAS TURBERAS, LAS GRANDES DESCONOCIDAS DE CHILE
Nombre: Carolina León Valdebenito
Grado: Doctorado
Institución: Universidad Bernardo O´Higgins
Ciudad: Santiago, Chile
Si pensamos en un bosque, todos podemos imaginarlo, pero si hablamos de una turbera, son pocos los que en su cabeza pueden imaginar una. Las turberas son sitios donde el suelo es como inmensa esponja, que absorbe miles de litros de agua de lluvia. Caminar sobre ellas no es tan fácil, en cada paso los zapatos se hunden, incluso hay zonas donde pareciera ser arena movediza, pero en lugar de arena hay plantas. Esta inmensa esponja está hecha de muchas plantas muertas, especialmente de musgos (otros desconocidos) que se van acumulando lentamente en capas como si fuera una “torta de mil hojas” gigante. Esta acumulación de capas puede llegar a tener 10.000 años de antigüedad y en todo el material vegetal almacenado está capturando una inmensa cantidad de dióxido de carbono, por esto las turberas son consideradas grandes almacenes de carbono.
Las turberas son un tipo de humedal, sitios inundados de agua, tienen poco oxígeno, tienen pocos nutrientes y son tan ácidas como el jugo de naranja. Los seres que viven en las turberas tienen que soportar condiciones muy extremas, por lo que son muy especiales. Por ejemplo aquí podemos encontrar las curiosas plantas carnívoras, que esperan pacientemente para alimentarse de los insectos que viven en las turberas. También podemos encontrar un musgo que en el sur de Chile le llaman pompón y que su nombre científico es Sphagnum. Esta planta es la principal responsable de la gran capacidad de absorber agua de estos ecosistemas, característica que también ha sido valorada en la agricultura, en lugar de tierra se usa el musgo para el cultivo de otras plantas.
Yo me dedico a descubrir los secretos de las turberas, estudio las plantas que viven allí, investigo de qué tipo son, cómo se llaman, y cómo se relacionan con el entorno. Busco averiguar cuáles son las condiciones favoritas de estos organismos para vivir, lo que resulta útil para cuidar estos ecosistemas.
Debido a las malas prácticas en la recolección del musgo, hay una gran cantidad de turberas que han sido profundamente dañadas y abandonadas. Por ello, conocer los gustos del Sphagnum es esencial para poder recuperar los sitios degradados.
Estos ecosistemas cumplen un rol fundamental en el ciclo del agua al tener esa gran capacidad de retener agua y luego liberarla lentamente a ríos y aguas subterráneas. Un claro ejemplo de esto es la Isla Grande de Chiloé, donde el agua dulce proviene solamente de la lluvia y es almacenada en este tipo de ecosistemas.
Pero además, en el sur de Chile son muchas las familias que trabajan en la recolección el musgo, con los ingresos que obtienen de este recurso natural viven y educan a sus hijos. Por todo esto, la recuperación, conservación y uso sustentable de las turberas tienen un gran impacto para la comunidad y para el medio natural.
Fuente: “Mi ciencia, mi país”