El OBGRD realiza taller de nivelación a la Fuerza Aérea de Chile

El pasado 20 de junio, el Observatorio en Gestión de Riesgo de Desastres (OBGRD) de la Universidad Bernardo O’Higgins, realizó un taller de nivelación sobre riesgos de desastres a funcionarios de la Fuerza Aérea (FFAA) en el marco del trabajo colaborativo existente para ChileFlying Labs.

La FFAA levanta gran cantidad de información a través del Servicio Aerofotogramétrico y el Grupo de Operaciones Espaciales, la que no siempre es utilizada con fines que aporten a la toma de decisiones. Es por esto, que esta alianza estratégica permitirá realizar un trabajo en conjunto que aportará mayor y mejor información a los actores locales que responden en situaciones de desastres.

Observatorio de Riesgo y Desastres de la UBO se adjudica fondos internacionales

El Observatorio en Gestión de Riesgo de Desastres (OBGRD) de la Universidad Bernardo O´Higgins, se adjudicó los fondos Microgrant de WeRobotics USA para realizar un taller de capacitación en herramientas geomáticas a los voluntarios de ChileFlying Labs.

El objetivo de este taller, es capacitar y aportar a la toma de decisiones en situaciones de desastres.

La red Flying Labs es de carácter internacional y cuenta sólo con un laboratorio por país, teniendo Chile su laboratorio en la Universidad Bernardo O’Higgins. Para mayor información, revisar https://werobotics.org/flying-labs/

Esta adjudicación contribuye al posicionamiento internacional del OBGRD y la Universidad Bernardo O’Higgins en materias de Riesgo de Desastres.

Académico del CIE-UBO participa en congreso internacional

Felipe Zurita, investigador del Centro de Investigación en Educación (CIE) de la Universidad Bernardo O’Higgins, participó en calidad de Miembro del Comité Científico del “Primer Congreso Internacional de Investigación Educativa. Formación, demandas y oportunidades de aprendizaje para todos”, organizado por la Benemérita y Centenaria Escuela Normal del Estado de San Luis Potosí, México, el 24 y 25 de mayo de 2019.

El investigador presentó la ponencia titulada “La Política Pública Educacional de la Dictadura Cívico-Militar dirigida hacía el profesorado en Chile (1973-1990)” y dictó el Taller “Aportes teóricos de Edward Palmer Thompson a la investigación educativa desde una perspectiva socio-histórica”.

En el encuentro, se congregaron importantes investigadoras e investigadores de la Educación de diferentes países, quienes abordaron desde múltiples perspectivas una amplia variedad de problemas y desafíos del fenómeno educacional en las sociedades contemporáneas.

Según explica Felipe Zurita, para el CIE “es importante participar de este tipo de actividades académicas de carácter internacional, ya que se dan a conocer los resultados de las investigaciones de nuestras y nuestros integrantes, como así también, se estrechan lazos con grupos de investigación e instituciones académicas de otras latitudes”.

Unusual Solvers

Donación de Licencias para CHILEFLAYING LABS

La empresa ligada a la geotecnología, Imagine-IT, donó a Chile Flying Labs y a la Universidad Bernardo O’Higgins diez puestos correspondientes al Programa Geospatial Educational Desktop Core, el que consiste en obtener varias licencias que permiten abordar distintos ámbitos dentro del ciclo de generación, uso y análisis de la información.

“Contar con estas licencias significa que nuestros alumnos van a estar a la vanguardia de la tecnología en los Sistemas de Información Geográfica” afirmó la Directora de la Escuela de Ciencias de la Tierra, Fabiola Barrenechea.

La licencia suministrada por Hexagon Geospatial –empresa representada por Imagine-IT en Chile- puede utilizarse sólo para fines de formación, investigación y desarrollo en el ámbito académico.

La donación incluye dos paquetes de licencias correspondientes a diez puestos, donde cada uno dispondrá de doce licencias de softwares distintos. Además, éstas podrán replicarse en equipos personales de 25 alumnos durante un año. El costo de cada paquete entregado por Imagine-IT equivale a 45 millones de pesos.

Llamado a publicación en revista Terra Australis

Chile Flying Labs se reúne para coordinar líneas de acción

El equipo de voluntarios del “Laboratorio de Geomática para Desastres” organizado por la Universidad Bernardo O’Higgins realizó su primera reunión de coordinación.

El laboratorio reúne a 30 profesionales de diversas áreas entre geógrafos, cartógrafos e ingenieros de ciencias afines.

Durante la reunión de coordinación el equipo analizó el flujo de trabajo y los lineamientos estratégicos en torno a la planificación territorial y reducción de desastres.

Adicionalmente, se dieron a conocer las asociaciones con diversas empresas, municipios y servicios públicos.

Sequía en Chile: ¿Amenaza de origen humana o natural?

El problema del agua ha estado latente estos últimos días. Hemos sido el ejemplo claro de lo que no hay que hacer con el uso del vital elemento para todo el mundo. ¿Cómo llegamos a esto?

Si bien el 70% de la superficie del planeta está cubierta por agua, solo el 2,5% de ella corresponde a agua dulce. Si se considera a su vez, que un 76% de la superficie del país sufre de sequía, procesos de desertificación y suelos degradados, las conclusiones son claras: el cambio climático nos afecta de manera directa, pero hay que tener claro que la mala gestión del recurso hídrico finalmente, nos trajo consecuencias.

110 acuíferos del país se encuentran actualmente con una demanda superior a su recarga. Esto quiere decir que se extrae más agua de la que se debería, dada la capacidad de recuperación que este tiene. Conocido es el caso del bosque de tamarugos en el norte, que se secó producto del aprovechamiento de aguas subterráneas que realizó la industria minera durante años para sus faenas o la noticia del momento donde se muestra a la Laguna de Aculeo totalmente seca.

Pero, ¿será efectivamente que el cambio climático se ensañó con nosotros y no nos trae la lluvia suficiente para recargar nuestras reservas de agua dulce? ¿o esto es culpa, además, de las malas políticas públicas al respecto que favorecieron su explotación sin mayor control durante décadas? El cambio climático es algo que Naciones Unidas viene mencionado hace más de 10 años, incorporando la temática en sus marcos internacionales para que los países signatarios de los acuerdos tuvieran conciencia de la gravedad de la escasez de agua del planeta. Sin embargo, en Chile, nunca existió una política de Estado que regulara su uso de manera sustentable. Nuestro territorio tiene una superficie de alrededor de 750.000 km2, de los cuales, más del 60% es montañoso, con altitudes promedio que superan los 4.000 metros sobre el nivel del mar, lugar donde se generan las grandes reservas de agua dulce del país. A pesar de esto y las advertencias sobre el tema por parte de Naciones Unidas, nuestra planificación de desarrollo territorial nunca se ha basado en la conservación y manejo de cuencas hidrográficas, sino más bien en su explotación y aprovechamiento casi descontrolado, existiendo sólo al respecto instrumentos indicativos que no tienen el carácter de obligatorios, por lo que no dejan de ser sólo recomendaciones. Entonces ¿en vez de echarle la culpa a la naturaleza, no será hora de asumir las consecuencias de una pésima gestión? El cambio climático es un proceso que se desarrolla de manera paulatina y viene dando señales hace bastante tiempo. Es aberrante que una vez seco el lago, se piense en cómo llenarlo nuevamente, cuando era infinitamente más barato gestionar su uso de manera sustentable. Realizar un millonario plan de recuperación para la Laguna Aculeo y realizar fiscalizaciones ahora que está sin agua, no asegura que el día de mañana no se vuelva a secar, si no se cambian las políticas públicas que regulan el uso y explotación del agua, y se cree conciencia como país de su uso racional.

Así, el tema de la sequía no pasa a ser sólo una amenaza de origen natural, sino más bien, se suma la amenaza humana por no saber gestionarla.

Fabiola Barrenechea Riveros
Directora Observatorio en Gestión de Riesgo de Desastres
Universidad Bernardo O’Higgins

ChileFlyingLabs

ChileFlyingLabs es un laboratorio de teledetección y geomática, donde el uso de drones y las nuevas tecnologías para la respuesta a emergencias y la reducción del riesgo de desastres son una parte fundamental de la gestión de la información.

Nos enfocamos en la prevención, la respuesta y la ayuda humanitaria, mediante el uso de nuevas tecnologías, robótica e inteligencia artificial.

Chile Flying Labs es miembro de la red Flying Labs de WeRobotics.

Te invitamos a unirte como voluntario!

Requisitos:
Manejar herramientas geomáticas nivel usuario
Disponibilidad 24/7 en situaciones de emergencia

Si eres aceptado, recibirás capacitación en las materias que se requieren para poder ser parte de CHFL y recibirás una credencial que acredite tu filiación.

Plazo de Postulación: 31 de marzo de 2019

Sé parte de esta importante red!

¿Terremoto o sismo de mayor intensidad? Eso no es lo importante

Llama la atención como muchos “expertos” salen al paso hablando sobre si el sismo ocurrido este 19 de enero fue o no terremoto.

En estricto rigor y científicamente hablando, todos los sismos son terremotos, ya que, esta palabra significa “movimiento de la Tierra”. Sin embargo, Chile tiene una particular forma de clasificarlos y va a depender del daño que generan. Por ejemplo, si un sismo de magnitud 6,7 en Richter, como lo fue el sismo de Coquimbo, no genera grandes daños a la infraestructura ni registra un número importante de personas damnificadas o fallecidas, no se habla de terremoto, sino, de sismo de mayor intensidad. Lo anterior se debe principalmente a la resiliencia desarrollada como país frente a este tipo de riesgo geológico, lo que obedece a dos factores: el primero, calidad de las normas de construcción que tenemos en el país, donde los edificios resisten sismos de magnitudes superiores a 9,0 Richter.  Como segundo factor está la aceptación de la población a este tipo de fenómenos, ya que hemos aprendido a golpes que vivimos en uno de los países donde se libera más del 50% de la energía sísmica del mundo. El nivel de sismicidad que existe en el territorio nacional es tal que, en los últimos 35 años, desde 1962, se han producido más de 4.000 sismos de magnitud superior a 5.0 Richter.

Ahora, más que la discusión si fue o no terremoto, se debería analizar el actuar de las autoridades y el tipo de planificación territorial que se lleva en nuestro país, a pesar de todos los desastres de origen natural y antrópicos que hemos tenido.

En esta ocasión se cuestiona el actuar de ONEMI sobre la evacuación preventiva que se hizo de la costa, sobre el absoluto desconocimiento de los protocolos de actuación que están acordados entre la ONEMI, el SHOA, y el Centro Sismológico. En este caso, como no se tenía en el primer minuto de ocurrido el sismo, la magnitud y ubicación exacta, o si había probabilidad de tsunami o no, se decreta la evacuación preventiva, para disminuir el riesgo. De esta forma, al evacuar a las personas a zonas de seguridad, se disminuye su vulnerabilidad y el riesgo baja.

Una vez descartado por el SHOA la ocurrencia de tsunami producto del sismo, ONEMI decide mantener en la zona de seguridad a las personas como una medida de resguardo. Es este organismo el que debe determinar si es seguro o no para la población volver a sus hogares, y no el SHOA o el Centro Sismológico como suele creerse, por lo tanto, el levantar la alerta de tsunami por parte del SHOA no implica necesariamente que ONEMI debe levantar la alerta de riesgo.

Pero viendo el tema más de fondo, lo que más preocupa es como se ha poblado la zona costera del país con muy pocas medidas de mitigación a los riesgos que significa habitar estas zonas. Desde 1570 a la fecha han ocurrido más de 20 tsunamis destructivos que han dejado miles de fallecidos en las ciudades y pueblos costeros. Sin embargo, la planificación territorial no ha abordado este tema, y ha permitido que ciudades como Viña del Mar o La Serena no tengan vías de evacuación que lleven a la población a zonas de seguridad frente a un tsunami.

Un caso crítico lo presenta la ciudad de Mejillones, donde su configuración geográfica y la construcción de viviendas en la zona costera presentan un muy alto riesgo frente a un tsunami, ya que, al ser una ciudad plana, el tiempo que demoran las personas en llegar a zonas de seguridad que sobrepasen los 30 metros sobre el nivel del mar, hace casi imposible que puedan llegar antes de ser alcanzadas por el mar.

Es por esto, que la planificación territorial realizada por las municipalidades costeras y el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, debe ser enfática en definir claramente las zonas de riesgo y las medidas de mitigación frente a este tipo de eventos.  No se trata de construir una muralla gigante frente al mar, pero sí se deben tomar resguardos que permitan a la población ubicarse en zonas de seguridad antes de ser alcanzadas por el agua. Resguardar, por ejemplo, calles que presenten las condiciones necesarias para ser definidas como vías de evacuación, debidamente señalizadas, donde las construcciones no representen un peligro, no se deje estacionar vehículos para facilitar el tránsito de las personas, que tengan un buen pavimento y pendiente adecuados para lograr llegar a zonas de seguridad en el tiempo correspondiente.

En aquellas zonas como La Serena donde no existen calles perpendiculares que lleven de manera rápida a una zona de seguridad, se debe privilegiar la evacuación vertical, donde los dos primeros pisos no pueden ser ocupados para residencia y se deberían utilizar sólo como estacionamientos, disminuyendo así el riesgo de la población que se encuentran en zonas de inundación. Lamentablemente, la plusvalía de los terrenos cercanos al mar con riesgo de inundación por tsunami, paradójicamente son elevados, por lo que las empresas inmobiliarias no dudan en construir altas densidades de edificios y a un gran valor. Pero lo que es más lamentable, es que las personas están dispuestas a pagar esos valores por vivir en zonas de riesgo, tal vez bajo el desconocimiento a lo que se exponen. Por esta razón, la implementación de normativas se hace urgente. Se requiere de una ONEMI empoderada donde pueda interferir con opinión y voto en las políticas de desarrollo territorial, resguardando por sobre todo el valor de la vida de las personas.

Fabiola Barrenechea Riveros
Directora Observatorio en Gestión de Riesgo de Desastres
Universidad Bernardo O’Higgins