Investigador CIRENYS colabora en proyecto internacional sobre Inocuidad Alimentaria

El investigador de CIRENYS, Dr. Raúl Calderón, formó parte del grupo de Investigadores de Chile y México que presentaron 3 protocolos para el análisis de presencia de plaguicidas, perclorato y metales pesados en alimentos como frutas y verduras, lo que permitirá asegurar la calidad de los productos que se consumen en ambos países, en el marco de un proyecto de cooperación del Fondo Conjunto Chile-México.

La ceremonia de cierre del proyecto denominado “Red de transferencia científico-técnica para el reconocimiento y monitoreo de residuos químicos en productos agroalimentarios en Chile y México con énfasis en inocuidad alimentaria y salud pública”, se realizó en el Archivo Nacional de Santiago y fue encabezada por Carla Guazzini, Jefa del Departamento de Cooperación Horizontal de la Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AGCID); la Seremi de Salud de la Región Metropolitana, Rosa Oyarce; y el representante de la Embajada de México en Chile, Luis Regalado.

CEH publica nuevo libro dedicado a la independencia de Chile

Con agrado, el Centro de Estudios Históricos presenta su nuevo libro “Un pueblo libre. Chile entre Chacabuco y Maipú”, a cargo de los historiadores Armando Cartes (U. de Concepción) y Gabriel Cid (U. San Sebastián). La obra, que es continuación necesaria del libro “1817, De Mendoza a Chacabuco” (UBO/CEH, 2015) de Cristián Guerrero (U. de Chile), analiza la historia del tránsito de sus habitantes de vasallos del rey a ciudadanos de un Estado soberano. Sus páginas examinan múltiples dimensiones de aquella época clave, desde una perspectiva novedosa. Entre ellas, el desarrollo de las campañas militares, los problemas políticos en la formación de la nueva nación independiente, la condición diplomática e internacional de la guerra y la situación de los sectores populares y el mundo indígena. 

Esperamos la buena acogida de esta obra de parte de la comunidad historiográfica nacional e internacional.

CEH y CIE publican nuevo número de revista Autoctonía

El Centro de Estudios Históricos (CEH) y el Centro de investigación en Educación (CIE) acaban de publicar un nuevo número de Autoctonía. Revista de Ciencias sociales e Historia, correspondiente al Vol. 4, Nº 1 (enero-junio). Esta nueva contribución editorial publica el dosier “Historia de la iglesia en Europa y América Latina” que incorpora seis artículos referidos al particular. Además, un artículo libre y dos reseñas. Este 2020 se espera que la revista pueda acceder a repositorios e indexaciones de alto nivel, entre ellas Erih-Plus y Scielo.

Diario El Mercurio destaca importante investigación de CIRENYS

El diario de circulación nacional, El Mercurio, destacó entre sus páginas una de las iniciativas realizadas por el Centro de Investigación en Recursos Naturales y Sustentabilidad (CIRENYS) de la Universidad Bernardo O´Higgins.

El proyecto es llevado a cabo por el doctor César González y este es un extracto de la nota.

Entre Aysén y Magallanes no hay más de 500 ovejeros magallánicos. El cálculo lo hace César González, veterinario, doctor en Ecología e investigador de la U. Bernardo O´Higgins, y uno de los científicos que estudian a este tipo de perros que viven en la Patagonia chilena. Junto con investigadores de la U. Austral, la U. de San Sebastián de Puerto Montt y el National Institutes of Health de Estados Unidos, González trabaja desde 2017 en este proyecto. “Aunque en el imaginario colectivo se sabe que este perro tiene ciertas características, ninguna institución oficial lo reconoce como raza.

Por eso surgió la idea de empezar a estudiarlo, ver de dónde viene, cómo se originó y cómo se ha mantenido en el sur de Chile”, dice González, quien también es investigador del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (Capes). Lo primero fue estudiar la morfología del ovejero magallánico. “Se vio que había una homogeneidad del grupo, es decir, que son bastante parecidos entre sí”. Se trata de perros de talla mediana y “chascones”. Luego postularon a dos proyectos Conicyt (hoy ANID) para ver la genómica y compararlo con otras razas del mundo.Para eso recorrieron toda la zona de Aysén y Magallanes buscando perros con estas características que no estuvieran emparentados entre sí, para hacerles un examen de sangre. Colonos“Nuestra teoría es que este perro llegó a fines de 1800 a Magallanes. Sus ancestros son perros de trabajo del Reino Unido. En esa época no había razas propiamente tales. Este perro llegó con los colonos europeos, con los ovinos. Y desde esa época se han mantenido en esa zona”. Distinta suerte corrieron los perros que les dieron origen, dice González, que con el paso de los años se extinguieron.

El ovejero magallánico tiene un rol claro: trabajar en las estancias y manejar grandes rebaños de ovejas. “Al ser un perro de trabajo, tiene la particularidad de tener una relación súper íntima con los ovejeros, crean un lazo fuerte entre ellos. Y son particularmente fieles a sus dueños. Además, pueden pasar varios días caminando largas distancias; tienen alta tolerancia al dolor. Esto lo vimos en terreno: soportan las patadas de ovejas y espinas en los pies. Y son sumisos, se entregan sin problema para sacarles las muestras de sangre, por ejemplo”, agrega.Toda la información recabada lleva a González a una sola conclusión. “Con los datos que tenemos, ya podemos decir que es una raza.

Ya sabemos su origen y que es un grupo bastante homogéneo que ha tenido una selección natural para estar en la Patagonia, sometido a condiciones climáticas extremas, de frío, viento. Y los propios ovejeros han ido seleccionando los perros para trabajar según su comportamiento. Entonces hay un proceso de selección por más de 100 años, tanto natural como artificial, que nos da pie para decir que es una raza”. Eso sí, aún falta analizar datos genéticos. “Últimamente han llegado, sobre todo a Aysén, border collies y kelpies australianos y se ha visto cierto grado de mezcla.

Pero la gran mayoría, sobre todo en Tierra del Fuego (Magallanes), tienen un pool genético homogéneo. Los resultados preliminares muestran que no tienen gran aporte de otras razas”. Para González y los demás investigadores es importante que el ovejero magallánico sea valorado como raza chilena. “Poder conocer algo te permite conservarlo y, en este caso, conservar un patrimonio genético, que aunque venga de afuera, se desarrolló por varios años en la Patagonia. Quizás tenga genes particulares que sea útil conocer”. Pero también es clave conservarlo, advierte, porque ya es parte de la cultura de la zona. “Hay una fuerte asociación con los ovejeros en el sur. Es parte de la cultura de la Patagonia. Entonces es importante conocerlo para poder apreciarlo”.

Controlar grandes rebaños de ovejas en las estancias de la Patagonia es el rol fundamental de estos perros. Parte del estudio contempla mediciones morfológicas de estos perros. Se desconoce el año exacto en que estos perros llegaron a Chile. El pelo largo y desordenado es una de sus características físicas.

CEH se adjudica proyecto Fondecyt regular

El proyecto se titula La guerra de tinta y papel: Opinión Pública, debate y representaciones en la prensa peruana y boliviana durante la Guerra del Pacífico (1879 – 1884) y el investigador responsable es el Dr. Patricio Ibarra Cifuentes. Su principal objetivo es estudiar, a raíz del enfrentamiento armado contra Chile, la información contenida en periódicos y otras publicaciones de la época en Perú y Bolivia, en cuyo suelo se peleó la guerra. El estallido de las hostilidades, la campaña militar, la conducción política y las negociaciones diplomáticas fueron un tema recurrente en la prensa de la época.

Con la investigación se espera obtener una revisión del conflicto de 1879 basada en la interpretación y análisis de documentos contemporáneos a la guerra, para comprender mejor el desarrollo de un fenómeno cuyas consecuencias políticas, económicas y culturales se proyectan hasta el día de hoy en las sociedades de los países involucrados.

Ximena Salgado

Dra. Carolina Gamboa

Nuevo hallazgo arqueológico en Rey Don Felipe

La semana recién pasada el Centro de Estudios Históricos, a través de la participación de la investigadora Soledad González, fue parte de un importante hallazgo arqueológico en el estrecho de Magallanes: dos piezas de artillería en ciudad Rey Don Felipe, también conocida como Puerto Hambre.

El hallazgo se realizó en el contexto del proyecto Fondart Regional 2019 “Primeros asentamientos urbanos en el Estrecho de Magallanes: evaluación arqueológica y geofísica de Rey Don Felipe (Puerto del Hambre)” y fue posible gracias al cofinanciamiento del Parque del Estrecho, quienes administran el área protegida de la Punta Santa Ana, donde se emplaza Puerto Hambre.

Puerto Hambre fue la ciudad más austral del Orbe en el siglo XVI. Fue fundada por la Corona española con el objetivo de controlar el paso por el estrecho de Magallanes, enclave geopolítico de máxima importancia en aquel entonces.

El hallazgo de las piezas de artillería es el resultado del compromiso, la coordinación y el trabajo en conjunto de la academia (Universidad Austral, sede Puerto Montt; Universidad Bernardo O’Higgins y Universidad de Magallanes), el Estado (Fondart y Centro Nacional de Conservación y Restauración) y la empresa privada (Parque del Estrecho y su equipo humano).

Más información en la entrevista a Simón Urbina, director del proyecto Fondart y de la Escuela Arqueología de U. Austral, sede Puerto Montt, disponible en este enlace.

Fotografía: Richard Bezzaza

Investigador de CIRENYS colabora en proyecto CAPES-UC “Vecinos con plumas”

“Vecinos con plumas: comprendiendo la biodiversidad urbana por medio de herramientas de inclusión”, así se llama el proyecto donde participa como asesor científico, el doctor e investigador  del Centro de Investigación en Recursos Naturales y Sustentabilidad (CIRENYS) de la UBO, César González.

El programa, que se desarrolla en comunas de Santiago, es financiado por la Dirección de Pastoral y Cultura Cristiana y la Vicerrectoría de Investigación UC, y liderado por Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (CAPES).

La iniciativa busca proporcionar a los niños una aproximación multi-sensorial a las aves de la ciudad de modo de promover la valoración, la observación y el cuidado de éstas.

Tras participar en el primer taller piloto en el colegio Santa Lucía de la Cisterna, el doctor González, reveló que “ha sido una experiencia increíble, los niños han manifestado un gran interés en el taller participativo, y nos han sorprendido con sus conocimientos y capacidad de imitación de algunas aves que habitualmente podemos percibir, escuchar y/o ver en la ciudad”.

Científico brasileño apoyó investigación de microorganismos de la UBO

Se calcula que en la Tierra hay cerca de un nonillón de microbios y a pesar de que ya se descifró el genoma de unos 2.000 de ellos, aún quedan muchos sin explorar.

A nivel mundial existe una enciclopedia de microorganismos, donde las naciones registran sus especies locales y las “patentan”. La Universidad Bernardo O’Higgins, a través del Centro de Investigación en Recursos Naturales y Sustentabilidad (CIRENYS), es la única institución que realiza actualmente este trabajo, en nuestro país.

El doctor Leonardo Fernández, dirige una investigación financiada por FONDECYT (código 11170927) que busca inventariar, por primera vez, toda la diversidad microbiológica de nuestro país. En este contexto, durante octubre de este año trabajó codo a codo con el científico brasileño, Pedro Campello Nunes de la Universidad Federal de Rio de Janeiro, quien reveló cómo fue su experiencia en nuestro país.

 

-¿En qué consiste el trabajo realizado?
Recolección de muestras de microorganismos de lagunas del borde costero hasta la cordillera, en el tramo que va de Valparaíso a Navidad (Región de O’Higgins).

-Y ¿Después de eso?
La idea es identificar de que especie son estos microorganismos y de registrarlos si es posible.

-¿Cuál es la importancia que tiene nuestro país para un científico brasileño?
Mi especialidad son los microorganismos ciliados y los he estudiado en varios países. De Chile no se sabe absolutamente nada, así que para mí representa un gran atractivo. Yo aporto mi técnica y mi experiencia y ustedes un mundo por describir.

-¿Por qué es tan importante conocer los microorganismos que hay en el suelo chileno?
(Contesta el investigador de la UBO, Leonardo Fernández) Porque ellos son los que facilitan el traspaso de energía y elementos entre el ambiente y todos los seres vivos. Sin ellos la vida en la Tierra desaparecería. Además, representan una fuente biotecnológica casi inexplorada, sobre todo en nuestro país.

-¿Cuánto conocemos hasta ahora?
Lo que conocemos hasta ahora es sólo la punta del iceberg y quizás todo lo que conocemos hay que reformularlo. Es más, es muy posible que en el estudio de esos microorganismos esté la clave del origen de la vida.

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