Convocatoria ponencias seminario permanente “Historia y Desastres”, RedGeride 2021

La Red Geride; Políticas públicas de gestión del riesgo de desastres en Latinoamérica convoca a ponencias para la edición 2021 de “Historia y Desastres”, Seminario permanente e interinstitucional de investigación para el estudio histórico y comparado, en el marco de las actividades de RED Geride (ANID, PCI, REDES190175) y bajo el patrocinio institucional del CEH-UBO.

*El Seminario es un espacio académico destinado a promover el debate entre distintas líneas de investigación relativas al estudio histórico y comparado de los desastres relacionados con amenazas de origen natural, biológico y antrópico.
*El Seminario se dirige a la comunidad académica e investigadores en general que desarrollen estudios sobre desastres desde una perspectiva histórica.
*El Seminario se propone también como un espacio de formación para doctorandos y estudiantes de postgrado que asistiendo a sus sesiones tendrán la oportunidad de desarrollar y debatir su metodología de investigación.
*Las ponencias inéditas presentadas podrán abarcar todos los ámbitos disciplinares (institucional, jurídica, política, social, económica, ambiental, arqueológica, etc.), poseer un carácter comparado, ser de larga duración, o estudios de casos.
*Los interesados pueden enviar sus propuestas al siguiente correo electrónico: [email protected]

Sesiones ordinarias

15 DE MARZO; 12 DE ABRIL; 10 DE MAYO; 14 DE JUNIO; 9 DE AGOSTO; 6 DE SEPTIEMBRE; 11 DE OCTUBRE; 8 DE NOVIEMBRE; 13 DE DICIEMBRE

CIRENYS impulsa nuevo grupo de trabajo en la Red Campus Sustentable

Representantes de instituciones socias y profesionales socios/socias de la RCS integran los nuevos grupos de trabajos, los que tienen como objetivos principales el diagnosticar y promover la agenda de género y la investigación para la sustentabilidad.

Dos nuevos grupos de trabajo suma la Red Campus Sustentable (RCS), los cuales comenzaron su funcionamiento en noviembre de este año, y que buscan ser un aporte desde distintas miradas en el marco de la educación para la sustentabilidad.

“Seguimos avanzando en diferentes temáticas que son de suma relevancia para nuestras IES. Género es fundamental para y por un cambio cultural, es un mundo por descubrir hasta para las mujeres que hemos sido parte de normalizaciones dañinas para nosotras mismas y que actuamos desde el inconsciente. Por otro lado, hay que bajar las investigaciones de SciELO para aportar a la verdadera formación integral de los próximos profesionales”, enfatizó Francisca Sandoval Gallardo, directora ejecutiva de la RCS.

El grupo de Género y Sustentabilidad está compuesto por representantes de instituciones socias como la Universidad Academia Humanismo Cristiano, Middlebury College, Universidad de La Frontera; Católica de Temuco; Bernardo O´Higgins; Autónoma de Chile y de los institutos profesionales AIEP y Virginio Gómez, así como por socias profesionales de la Red.

“Es fundamental el vínculo sustentabilidad-género. En primer lugar desde las mujeres que hemos tenido históricamente el rol del cuidado de nuestro núcleo, familia y comunidad y también de la naturaleza. Quisimos usar la noción de género porque en ella se congregan las dinámicas que se han impuesto para las relaciones entre las personas y de ellas con el entorno. Como dijo Esperanza Martínez de Acción Ecológica Ecuador: <No somos defensoras de la naturaleza, somos la naturaleza defendiéndose>” y en esta frase encontramos ese cambio paradigmático del que debemos hacernos cargo en todos los espacios que habitamos, especialmente los que trabajamos en la labor formativa de las futuras generaciones”, señaló Daniela Escalona, quien lidera el grupo de Género y es representante institucional de la U. Academia de Humanismo Cristiano.

En tanto, el grupo de Investigación está formado por IES socias, como la Universidad Bernardo O’Higgins, el Centro de Formación Técnica ENAC y socios profesionales de la RCS.

“Con la creación de este grupo buscamos poder potenciar la generación de conocimiento en las IES, que tenga un impacto positivo en el desarrollo sustentable, abordando la educación para la sustentabilidad y las diversas dimensiones que trabaja la Red Campus Sustentable, comentó Carolina León, lideresa del grupo de Investigación y socia profesional de la Red.

Los grupos de trabajo de la Red Campus Sustentable trabajan en diversas temáticas, como lo son la economía circular, formación, carbono neutralidad, espacios naturales, RESIES, entre otros que vinculan y aportan al desafío de la sustentabilidad con la educación superior.

Fuente: https://redcampussustentable.cl/noticias/genero-e-investigacion-los-nuevos-grupos-de-trabajo-que-suma-la-red-campus-sustentable/

 

Investigadora CIRENYS se integra como socia profesional a la Red Campus Sustentable

La Red Campus Sustentable (RCS) no solo cuenta con instituciones de educación superior socias, sino que también con socios/as profesionales que se desempeñan en diversas áreas de la sustentabilidad. Como Carolina León y Leonel Delgado, investigadores en las universidades Bernardo O’Higgins y Austral de Chile, respectivamente, que hace solo algunas semanas se integraron a la red con el fin de promover una educación para la sustentabilidad.

Actualmente la RCS agrupa a casi 30 instituciones socias, entre universidades, institutos profesionales y centros de formación técnica en pos de un trabajo mancomunado hacia una educación para la sustentabilidad. Sin embargo, no es la única forma de integrar nuestra Red. El ser socio o socia profesional también es una opción gravitante. De hecho, más de 40 profesionales hoy son parte.

“Mi idea es colaborar desde mi experiencia en ciencias ambientales e investigación, generar un vínculo más allá de lo que podía entregar como académica de UBO. Ser yo como profesional la involucrada, lo vi como una forma de mayor compromiso y una participación activa de los cambios que necesitamos como IES y como ciudadanos”, enfatiza la Dra. Carolina León Valdebenito, jefa del Centro de Investigación en Recursos Naturales y Sustentabilidad (CIRENYS) de la Universidad Bernardo O´Higgins, institución socia de la RCS.

“Como profesor e investigador puedo contribuir con la formación profesional de estudiantes a nivel de pregrado y postgrado. También podré participar, apoyar y organizar charlas, seminarios, webinarios y cualquier otra forma de comunicación con el objetivo de compartir conocimientos científicos basados en principios sustentables”, señala como sus motivaciones de ingreso, Leonel Delgado Morales, docente e investigador del Instituto de Diseño y Métodos industriales de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Austral de Chile.

Carolina, bióloga y doctora en Biología de la Conservación de la Universidad Complutense de Madrid, y Leonel, ingeniero en construcción naval y doctor en Ciencias Mecánicas de la Universidad de Brasilia, son parte de los más de 40 socios y socias profesionales que actualmente integran la RCS, Red a la que cualquier profesional vinculado a una IES socia -o que incluso aún no lo es- puede solicitar su ingreso. Lo que se puede realizar completando un formulario disponible en el siguiente enlace de nuestro sitio web.

Ser socio o socia profesional de la Red implica una serie de oportunidades y beneficios para sus integrantes, como el ser parte de un equipo de profesionales con propósito, el compartir diversas experiencias de aprendizaje en sustentabilidad, así como con destacados agentes de cambio en sus IES, también tener acceso a participar y organizar eventos o encuentros temáticos; integrar grupos de trabajo en distintas áreas afines y el acceder a herramientas de mejora continua para el desarrollo profesional y cooperativo.

Fuente: https://redcampussustentable.cl/noticias/ser-socio-profesional-la-otra-forma-de-integrar-la-red-campus-sustentable/

 

Investigadores habilitan sendero virtual que permite reducir el estrés de la cuarentena

Son numerosos los estudios científicos que evidencian los beneficios físicos y mentales que entregan a las personas el contacto con la naturaleza. Por ejemplo, se reduce la presión arterial, baja el nivel de estrés, aporta una mayor sensación de calma, entre muchos otros.

Desafortunadamente, la actual situación que se vive a nivel global con la pandemia del Covid-19 nos ha limitado enormemente estos grandes beneficios entregados por los ecosistemas.

Desde el 2019, el Centro de Investigación en Recursos Naturales y Sustentabilidad (CIRENYS) de la Universidad Bernardo O’Higgins, financiado por el Gobierno Regional de O’Higgins, está desarrollando el proyecto FIC Ecoturismo Inclusivo, que ha establecido una alianza de emprendimientos locales, organismos públicos y privados que buscan poner en valor el patrimonio
natural de las localidades de Coya, Chacayes y la Reserva Nacional Rio de Los Cipreses, mediante actividades recreativas y educativas ambientalmente responsables que conecten a todas las personas con la naturaleza y contribuyan con su conservación.

Debido a la contingencia, en estos momentos no se puede visitar este encantador lugar. No obstante, una alianza denominada “Ruta del Tricahue” ha buscado alternativas para poder disfrutar del mundo natural desde casa.

 El proyecto habilitó un canal de Youtube en el que de forma periódica se irán subiendo videos en 360º para explorar la naturaleza de la Reserva Nacional Rio de Los Cipreses. En este momento, ya es posible acceder a un video en formato de realidad virtual
en primera persona, donde se puede simular virtualmente una cabalgata recorriendo alguno de los senderos más alejados de la reserva.

Con estos videos se busca despertar la curiosidad sobre esta ruta de ecoturismo, su biodiversidad y su cultura local, a la espera del momento en que se pueda conocer directamente.

Mas información en www.rutadeltricahue.cl y @rutadeltricahue en Facebook e Instagram.

Fuente: https://www.elmostrador.cl/generacion-m/2020/04/25/investigadores-habilitan-sendero-virtual-que-permite-reducir-el-estres-de-la-cuarentena/

 

Reapertura de la Reserva Nacional Río de Los Cipreses

Desde el comienzo de la pandemia las Reservas y Parques Nacionales de Chile tuvieron que cerrar sus puertas. Desde hace algunas semanas se comenzó con una reapertura gradual en diferentes zonas protegidas a lo largo de todo Chile.

Este lunes 26 de octubre llegó el turno de la Reserva Nacional Río de los Cipreses, en la comuna de Machalí de la Región de O’Higgins. Esta Reserva cuenta con más de 36.000 hectáreas de bosque protegido y alberga diversas especies de flora y fauna que atraen año a año a cientos de visitantes.

Desde este lunes 26 estará habilitado un portal web donde las personas podrán reservar sus entradas de manera online a través de un sencillo sistema. De esta manera se hará una apertura gradual que permita garantizar las medidas sanitarias para que todas las personas puedan disfrutar de la naturaleza de manera segura.

¿Cómo reservar?

Las personas deben ingresar a la página web www.rutadeltricahue.cl y seleccionar la opción Reserva Online. Ahí deberán crear una cuenta en WELCU, plataforma que utiliza CONAF para la reserva de los tickets digitales. Una vez tengan su cuenta deben seleccionar la fecha de visita e ingresar los datos de cada uno de los visitantes, luego deben descargar los tickets y presentarlo al ingreso de la Reserva, donde tendrán que realizar el pago en efectivo.

Días, horarios de apertura y valores

La apertura de la Reserva será de forma gradual y en una primera instancia, solo se encontrará abierta al público los días lunes, miércoles y viernes de 8:30 am a 17:30 pm. Además, existen valores diferenciados para los grupos etarios. Menores de 12 años y mayores de 59 años entran gratis, los jóvenes entre 12 a 17 años pagan $1.500 y los adultos de 18 a 59 años pagan $3.000.

Es importante recordar que la Reserva Nacional Río de los Cipreses es parte de la Ruta del Tricahue, que es una ruta ecoturismo inclusivo, por lo que también cuenta con precios especiales para personas con discapacidad. Personas menores de 18 y mayores de 59 ingresan gratis y las personas con discapacidad entre 18 y 59 pagan $1.500.

De esta forma la Ruta del Tricahue comienza a abrir de a poco sus puertas para recibir a los visitantes que deseen descubrir y disfrutar del patrimonio natural y cultural de la Reserva Nacional Río de los Cipreses y de las localidades de Coya y Chacayes.

Para revisar la información sobre la reapertura de la Reserva y los servicios turísticos de la Ruta del Tricahue, pueden ingresar a sus sitio web www.rutadeltricahue.cl y seguirlos en sus redes sociales de Facebook, Instagram y Youtube como @rutadeltrichaue dónde estarán subiendo toda la información sanitaria actualizada para disfrutar de sus servicios de manera segura.

La Ruta del Tricahue es un proyecto liderado por el Centro de Investigación en Recursos Naturales y Sustentabilidad (CIRENYS) de la Universidad Bernardo O’Higgins y financiado a través del Fondo de Innovación para la Competitividad del Gobierno Regional de O’Higgins y su Consejo Regional, enmarcado en la Estrategia Regional de Innovación.

Fuente: https://www.diarioelpulso.cl/2020/10/27/reapertura-de-la-reserva-nacional-rio-de-los-cipreses/

CIRENYS participa en primera Semana de la Sustentabilidad UBO

Con el objetivo de avanzar hacia un campus más sustentable y promover una cultura de desarrollo sostenible dentro de todas las áreas de su quehacer, desde la gestión, docencia, investigación, y vinculación con el medio, la Universidad Bernardo O’Higgins realizó por primera vez la Semana de la Sustentabilidad de manera remota.

Desde el 13 al 16 de octubre, la Oficina de Inclusión, Equidad y Sostenibilidad organizó junto a las direcciones de Extensión, Personas, Vida Universitaria, Comunicaciones, el Cirenys y la Facultad de Ingeniería, diversos webinars, talleres, conversatorios y concursos en los que se abordaron temáticas relacionadas con el desarrollo sustentable.

La directora general de Asuntos Estratégicos, Virginie Delalande, señaló qué, como institución de Educación Superior, tenemos un rol importante para impulsar este cambio cultural a nivel local, nacional y global, así formar futuros profesionales más responsables y conscientes de la importancia de actuar en pro de generar un desarrollo más sostenible”.

Asimismo, Carolina León, jefa del Centro de Investigación en Recursos Naturales y Sustentabilidad se refirió a la actividad afirmando: En el centro tenemos pertinencia disciplinar en este tema, nuestra investigación busca el desarrollo sustentable, por ese motivo, consideramos que transferir el conocimiento a través de este tipo de actividades son de gran relevancia tanto para la comunidad universitaria como para todos en general”.

La programación de la semana contó con la participación de la Universidad de Medellín, Colombia, y la Universidad de Talca, quienes fueron invitados para dar a conocer su experiencia entorno a la sustentabilidad. Además, se realizaron charlas sobre la contribución de la ingeniería a la inclusión, el cambio climático y talleres para aprender a hacer un huerto urbano y calcular la huella de carbono.

Actualmente la UBO es una de las instituciones de educación superior que forma parte de la Red Campus Sustentable, bajo esta línea, la OIES junto al Comité de Inclusión, Equidad y Sostenibilidad se encuentran trabajando en una política de sustentabilidad.

El cambio climático puede traer el dengue a Chile continental hacia el año 2050

Una de las mayores preocupaciones que hay en Chile producto del cambio climático es que el mosquito Aedes aegypti, que es vector del virus del dengue, finalmente encuentre las condiciones para asentarse. Esto podría ocurrir hacia el año 2050, y en 2070 incluso ya tendría condiciones favorables para expandirse hasta Tierra del Fuego, asegura una modelación basada en las proyecciones del clima para Chile y estimaciones del hábitat favorable para el Aedes en la región. El estudio fue desarrollado por investigadores del Centro de Investigación de Recursos Naturales y Sustentabilidad de la Universidad Bernardo O’Higgins (UBO), el Instituto de Entomología de la U. Metropolitana de Ciencias de la Educación y la Facultad Politécnica de la U. de Asunción.

Fuente: Emol.com – https://www.emol.com/noticias/Tecnologia/2020/07/18/992351/cambio-climatico-dengue-Chile-2050.html

 

UBO participa en seminario sobre espacios de naturaleza y sistemas alimentarios de la Red Campus Sustentable

Con el objetivo de dar a conocer su experiencia en sustentabilidad, la Universidad Bernardo O’Higgins participó en el Seminario “Espacios de Naturaleza y Sistemas Alimentarios Regenerativos”, organizado por la Red Campus Sustentable.

Instituciones de educación superior, municipios y organizaciones expusieron sobre sus iniciativas en torno a los espacios naturales, con el fin de promover estas prácticas como recursos para la educación ambiental, vinculación con el medio e investigación.

En esta oportunidad, Carolina León, jefa del Cirenys, presentó los avances de la UBO en esta materia y la experiencia de realidad virtual del proyecto FIC Ecoturismo Inclusivo“Se ha buscado generar espacios de contacto con la naturaleza en contexto de pandemia, empleando tecnologías, como las videoconferencias, para crear espacios verdes y huertos en casa”señaló.

Además, Elisa Arriagada, directora de la Escuela de Ingeniería Civil en Medio Ambiente y Sustentabilidad, participó como moderadora y destacó qué: “Es fundamental trabajar en estos proyectos de forma interdisciplinaria, promoviendo la inclusión, dejando en evidencia que este mundo tiene mucho que aprender en áreas de la sostenibilidad”.

La Oficina de Inclusión, Equidad y Sostenibilidad de la UBO junto a diferentes unidades académicas, trabajan en la promoción de estas temáticas, actualmente se dictan dos cursos sobre sustentabilidad para pregrado y administrativos, y los alumnos reciben materiales en sus casas para realizar sus propias huertas.

[Opinión] COVID-19: Desde lo científico a lo humano

Desde diciembre del 2019 a la fecha nadie se habría imaginado la situación a que íbamos a llegar ahora. Muchos miramos desde lejos el brote de un nuevo virus en Wuhan, China y lo asociamos a la gripe H1N1.

Al pasar los días nos fuimos dando cuenta que se llamaba Coronavirus, dadas sus características al microscopio electrónico. La información comenzó a ser cada vez más vertiginosa en la medida que comenzó a fallecer gente. Ahí supimos que el nombre correcto del virus es SARS-CoV-2, ya que se había descrito anteriormente el síndrome respiratorio grave por coronavirus, SARS-CoV en el 2002 y que afectaba preferentemente a algunos grupos etarios, a la gente mayor o con comorbilidades como la hipertensión, diabetes o alguna alteración en el sistema inmune.

La clínica de este virus nos hizo poner atención a síntomas de gripe común, como la fiebre, tos seca, cefalea, decaimiento, pérdida del olfato y gusto que también se reconocen como síntomas típicos de inicio de la enfermedad. Los enfermos que desarrollan cuadros bronquiales tienden a ser más complicados, debido a que requieren apoyo ventilatorio, en el peor de los casos ventilación mecánica, dado que esta cepa de virus ha demostrado ser muy agresiva con el tejido alveolar.

Entre las comorbilidades aparece la hipertensión, el por qué afecta a estos pacientes con mayor intensidad radica en que el virus se une al mismo receptor que los fármacos antihipertensivos (ECA, enzima convertidora de angiotensina). Este receptor se encuentra en un mayor número en pacientes que toman medicamentos para hipertensión como Losartan o Enalapril. Por otra parte, en el caso de pacientes diabéticos y adultos mayores, el mayor índice de azúcar en la sangre hace que la hemoglobina se glicosile, lo cual disminuye su capacidad de transportar oxígeno en la sangre de manera que los efectos del Coronavirus sean aún más agudos que en otros pacientes.

Hasta fines de febrero sólo era una enfermedad lejana que no nos afectaba en nada. Pero el 3 de marzo la historia dio un giro inusitado al ser confirmado el primer caso de COVID-19 en Chile, por su nombre en inglés “Enfermedad por Infección por Coronavirus”. A esas alturas nuestra atención se transformó en una preocupación mayor, ya que las informaciones provenientes desde el exterior y sobre todo desde Europa no eran muy alentadoras dada la cantidad de contagiados, hospitalizados y fallecidos que afectaban a España y especialmente a Italia. Creo que desde mis clases de pregrado de salud pública que no escuchaba términos de epidemiología. Con esto, tanto las autoridades de gobierno como la opinión pública pusieron en el tapete la temática de esta enfermedad y junto con ella los términos de “confinamiento” y “cuarentena”.

Tuvimos que aprender a lavarnos las manos en forma correcta, usar mascarillas, mantener distancia entre las personas y quizás lo más complejo, generar un cambio radical en la forma de relacionarnos. Desde el punto de vista humano, esta pandemia ha tocado nuestra esencia y quizás a más de alguno de ustedes le ha obligado reflexionar y a valorar aquello que realmente es importante en nuestra vida, y a la vez lo simple y compleja que es la convivencia en el día a día.

Al detener nuestras actividades rutinarias y observar lo que los medios nos quieren entregar aparece un concepto quizás olvidado y que encierra la frase “debemos cuidarnos”, es decir salir de nuestro individualismo. La empatía comenzó a tener importancia y pese a eso, hemos tenido que aprender a vivir con una serie de restricciones que supuestamente nos llevarán hacia el bien común posterior a la pandemia. Hemos aprendido que se puede vivir sin “mall”, sin asistir a un restaurante, comer lo que tenemos en casa y retomar el diálogo con nuestra familia. Acá me detengo, ya que me afecta en forma muy directa. El hecho de no poder ver directamente a mi familia ha sido un proceso doloroso y que espero que a mediano plazo sea reversible. Sumado a lo anterior, el confinamiento ha dejado al desnudo la situación en que viven muchos de nuestros compatriotas. Me refiero a las condiciones de hacinamiento que han producido un aumento exponencial en los casos de violencia intrafamiliar, exacerbación de adicciones como son el alcohol y el uso de drogas, que avizoran un problema de salud pública no menor, que es que la población se está enfermando mentalmente. No sé cuándo esto se va a solucionar, pero será importante que mantengamos nuestra conciencia colectiva, ya que nos permitirá sobrellevar juntos este problema social. En lo personal no me gusta vivir con miedo, así es que he dedicado parte de mi tiempo a trabajar en mí misma, alejarme aún más de las redes sociales y los medios de prensa que nos bombardean todo el día con la situación país.

Hace exactamente un siglo, la gripe española diezmó fuertemente a la población mundial y lejos de producir un cambio en el ser humano, nos encontramos hoy en una situación similar a la de hace 100 años atrás:  una sociedad con miedo, aislada socialmente y con estigmatización de la enfermedad. Quizás el SARS-CoV-2 igual que el virus de la gripe española desaparezca tal y como llegó, pero ciertamente el COVID-19 nos ha transformado como sociedad y como planeta, ¿la pregunta es para una sociedad mejor?, ¿o más injusta que la que hoy prevalece?

Invito a todos a construir a partir de esta experiencia una sociedad más justa, más equitativa, más solidaria con nuestros pares y con la naturaleza”.  No desaprovechemos esta oportunidad.

 

Dra. Mónica Saldarriaga Córdoba

Centro de Investigación en Recursos Naturales y Sustentabilidad (CIRENYS)

Universidad Bernardo O’Higgins

[Opinión] ¿Sabemos realmente lo que consumimos? Una mirada a la inocuidad alimentaria

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año un total de 600 millones de personas se enferman en el mundo por efecto del consumo de alimentos contaminados, generando una mortalidad aproximada de 420.000 personas al año. En este contexto, el concepto de inocuidad alimentaria se ha instalado como una política global con el objetivo de resguardar la salud humana. Se estima que una de las principales vías de exposición a contaminantes es a través de la ingesta de alimentos contaminados generando efectos agudos y/o crónicos, dependiendo del tipo de contaminante (bacterias, virus, parásitos, sustancias químicas, etc).

En la actualidad, la demanda por alimentos crece día a día como consecuencia del aumento de la población humana que se estima alcanzará los 9.5 billones de habitantes para el año 2050. Este crecimiento implica mayores requerimientos de producción de alimentos altamente demandados por mercados nacionales e internacionales en un escenario adverso de escases hídrica, cambio climático, menores superficies de suelos cultivables y una mayor dependencia en el uso fertilizantes. La aplicación de fertilizantes mejora significativamente la producción de cultivos, sin embargo, incorpora al suelo una serie de contaminantes con potencial toxicológico generando una serie de problemas ambientales y a la salud humana. En este contexto, Chile es reconocido como un productor por excelencia de frutas y hortalizas frescas y procesadas que son exportadas a más de 190 países en el mundo, posicionando a Chile como una potencia alimentaria. Sin embargo, fertilizantes chilenos del tipo caliche son conocidos por contener niveles relevantes de perclorato y bromato. Perclorato es conocido por ser un disruptor de la función tiroidea y bromato un compuesto catalogado como cancerígeno por la Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer. Dada sus características químicas (alta solubilidad y baja reactividad) perclorato y bromato no son fácilmente degradado en el ambiente, siendo rápidamente acumulado principalmente en vegetales de hoja por el uso de aguas de irrigación y fertilizantes. Se estima que la tasa actual de consumo de fertilizantes (NPK) a nivel global supera los 200 millones de toneladas. Fertilizantes chilenos del tipo caliche son conocidos por contener niveles relevantes de perclorato y bromato cuyo origen es netamente natural. En este contexto, vegetales de hoja son alimentos altamente demandados en mercados nacionales e internacionales por su elevado nivel de nutrientes esenciales para la salud humana, de bajo costo y por ser producidos en cortos periodos de tiempo. Sin embargo, vegetales de hoja como espinaca, acelga y lechuga (90% de agua en peso fresco) acumulan preferentemente especies solubles y con baja afinidad por el suelo como perclorato y bromato a diferencia de elementos trazas u otros que son menos móviles en el suelo. Para cubrir las demandas nacionales e internacionales, productores aplican excesivas cantidades de fertilizantes con la finalidad de conseguir un producto de buena calidad en tiempos cortos. Sin embargo, la heterogeneidad en la aplicación de fertilizantes y los tipos de prácticas agronómicas, han llevado a constantes detecciones de perclorato y bromato en especies vegetales. El conjunto de variables antes descritas ha llevado que diversos estudios realizados a nivel nacional han sido publicados en revistas científicas internacionales, evidenciando la potencial situación de riesgo que enfrenta nuestro país.

En Chile, acelga y espinaca son producidas principalmente en la zona central y comercializada para la producción de formulaciones infantiles por multinacionales y consumo interno. En este contexto, grupos etarios vulnerables como infantes y recién nacidos, consumen acelgas y espinacas contaminadas con perclorato y bromato siendo un grupo de riesgo mayor si se considera el consumo en función de la masa corporal comparado con otros grupos etarios. En tanto, otro vegetal de hoja de alto consumo por todo el rango etarios es la lechuga. Sin embargo, la tasa de acumulación de perclorato y bromato sigue la secuencia: espinaca ˃ acelga ˃ lechuga. A nivel global, existen normativas que regulan los niveles de perclorato en aguas de consumo humano y alimentos, en tanto, bromato solo es regulado en aguas de consumo humano.

A nivel nacional, uno de los principales problemas que enfrenta Chile como sociedad se centran en que este tipo de contaminantes se encuentran de forma natural en aguas de consumo humano, aguas de irrigación, suelos, fertilizantes, frutas y vegetales, siendo principalmente localizados en la zona norte y centro norte. Por lo tanto, existen diversas fuentes de exposición a perclorato y bromato en Chile, lo que representa una condición de riesgo en el corto plazo en la salud de las personas. Ante el actual escenario mundial, urge a nivel país poder contar con una normativa que permita regular los niveles de perclorato y bromato en productos alimentarios y aguas de consumo humano.

 

Dr. Raul Calderón

Centro de Investigación en Recursos Naturales y Sustentabilidad (CIRENYS)

Universidad Bernardo O’Higgins

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